La vida es el regalo más preciado que tenemos, por eso: compartirla, cuidarla, respetarla y amarla es lo que nos determina como seres humanos, sensibles ciudadanos del mundo somos parte de una gran sinfonía sinodal donde todas las voces por más suaves, diferentes o desarticuladas que parezcan son importantes en este, a veces, oscuro caminar. En la siguiente sección te comparto una síntesis curricular de lo que algunas instituciones dicen que soy, aunque tu y yo, sabemos que en la realidad somos simples mortales intentando construir La Paz.
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